TENSA TU ANO
Una vez
que hayas descubierto el placer que tus dedos pueden brindarte,
comienza abriendo la entrada, hasta que puedas insertar objetos de
mayor tamaño. Insertar objetos suaves de un gran diámetro y largo
es el objetivo. Quizá sientas que tu ano tiene su propia
personalidad y desea hacer las cosas a su manera. Esta es la
separación entre la mente y los prejuicios de suciedad asociados al
ano. Hasta que descubras esta sensación podrás conocer tu ano y te
sentirás más cómoda y confortable. Encontrarás que jugar con tu
ano es una parte crítica de tu masturbación.
Cuando te
sientas confortable con los dedos en tu ano, puedes volverte un poco
más agresiva. Inserta tus dedos y masajea el interior, presionando
en círculo, rotando, tensando el músculo, relajando y encogiendo
tus dedos dentro. Mientras exploras, intenta tocar con los dedos
dentro de tu vagina los dedos dentro de tu ano a través de la
delicada y suave piel que los separa. Sigue flexionando tus músculos
tal como si intentaras defecar, practica el tensar, relajar, calmar,
forzar tu ano mientras tus dedos permanecen dentro. Hazlo hasta que
la abertura se relaje y no sientas dolor o incomodidad.
Mira
hasta dónde puedes introducir tus dedos y hasta dónde puedes
separarlos mientras se encuentran dentro. Cuando hagas esto con
comodidad y placer, estarás lista para intentar con un consolador,
estos objetos son usualmente derechos, lisos, redondos y suaves, y
puedes encontrarlos en cualquier sex-shop.
El
"abridor anal" que yo comencé a usar lo conseguí en una
tienda y se llama "The swell guy"; es un juguete bastante
agradable y está diseñado específicamente para expandir tu ano y
puede vibrar también, si así lo deseas. Este juguete viene con un
asa fácil de usar y es operado por baterías que envían excitantes
vibraciones anales. Esto permite estirar la abertura de tu ano sin
comprar numerosos y diferentes consoladores. Probablemente terminarás
comprando un buen surtido, tal como yo hice, pero esto es sólo una
forma agradable de iniciarte. Sé cuidadosa de no usar objetos de
vidrio, cristal, plástico rígido, velas, etc., pues éstos pueden
romperse en tu interior, dejando dentro partículas que podrán
dañarte. Mejor compra un buen juguete sexual y prodígate tus
placeres, ya que la única forma de herir tu recto es con objetos
duros o movimientos violentos.
EXPERIMENTAR
ES EL CAMINO A MAYORES PLACERES
Ya te
familiarizaste con la nueva parte de tu cuerpo, tu ano, ahora puedes
comenzar a experimentar con tu pareja. Debes elegir inteligentemente
a tu compañero y buscar las mismas cualidades que querías la
primera vez que hiciste el amor. Una pareja gentil, amable y
comprensiva es muy importante en el principio, Explícale como te
sientes, lo que quieres que él haga y cómo quieres que lo haga. No
abras tu trasero a cualquier tipo que desee sacarte medio kilo de
excremento, esto sólo te llevará a una mala experiencia y a echar a
perder gran parte del entrenamiento y cuidado que has practicado.
Asumiré que tu pareja es hombre, aunque puede ser una mujer con uno
de esos trajes con consolador integrado, aún así, me referiré a tu
pareja como masculino.
Encuentra
un compañero que guste del sexo, que acaricie tu trasero y juegue
con tu ano mientras hacen el amor. También puedes hacer que tu
compañero te haga sexo oral mientras inserta uno o varios dedos en
tu ano. Será más fácil si se encuentra en buena posición para
alcanzar tu ano y tú estarás en mejor posición para relajar los
músculos mientras él juega gentilmente con tu abertura. Si estás
ansiosa o no puedes relajarte, toma tu tiempo, el sexo anal no es la
cosa más fácil de aprender; si encuentras dificultades, no te
sientas mal, tu ano puede estar siguiendo malos hábitos o no se está
abriendo, toma tiempo y práctica, pero al final funciona.
Es muy
importante que hables a tu compañero y le digas lo que sientes. Un
acto placentero que relajará tu ano es pedir a tu pareja que haga
círculos en la abertura con las yemas de los dedos lubricadas; esto
tiene un efecto calmante y, si tu compañero es gentil, tu también
te relajarás. Si no consigues soltar tu ano, quizá tengas un
bloqueo mental que no te permitirá ser penetrada. Si es el caso,
conversa con tu pareja al respecto. Si no eres realmente seria acerca
del sexo anal y no puedes relajarte, tal vez desees visitar a un
consejero o un terapista sexual.
Asumo que
no tienes serios problemas con la estimulación y experimentación
anal. Ahora es tiempo de tener a tu pareja penetrándote por el ano.
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