PROTEGIENDO
TU ANO
¡Una
breve advertencia! Si eres confidente con tu amante podrás tener
sexo anal sin protección. Si no estás segura del todo... usa condón
o alguna otra protección. No deseo perder mucho tiempo en el tema de
enfermedades sexuales, pues supongo que eres una persona sexualmente
activa. Sólo sé cuidadosa y no cambies de la penetración anal a la
vaginal, no es buena idea usar el mismo instrumento, ya sea
consolador, pene o vibrador, en tu vagina inmediatamente después de
haberlo usado en el ano, antes lávalo bien. Es menos riesgoso ir de
la vagina al ano que al revés, así que ya estás avisada, ve y
consigue un buen pene.
Igual que
cuando te masturbas, tómalo con calma al principio. Si te lastima el
ano, y puede pasar, pide a tu pareja que te penetre gentilmente, un
poco de dolor es normal y aún con el ano relajado tu estado mental
puede causar contracciones. Pronto descubrirás que el dolor se
convierte en dichosas delicias durante el juego anal.
Al
principio, cuando él entre, tal vez experimentes una urgencia
violenta de ir al baño, esto se debe a tus reflejos normales de
querer excretar cualquier cosa dentro de tu ano. Esta sensación es
similar a las náuseas cuando aprendes a proporcionar un buen sexo
oral. Quizá también pienses que estás a punto de orinar o defecar,
pero esto es algo común. Pronto te condicionarás a ti misma a la
normalidad de tener un objeto en tu ano. El gran excitamiento sexual
seguirá; sé paciente y los sentimientos de miedo y cualquier
tensión disminuirán considerablemente. La penetración gradual y la
actividad es la mejor regla, así que ve con calma. Será difícil
por un tiempo, pero serás complacida con un rápido cambio de
incomodidad a placer erótico.
Después
que tu compañero te haya penetrado profundo, dale una cantidad
lujuriosa de tiempo para acostumbrarse a la sensación; él sabe que
hacer, así que piensa en el placer y la sensualidad. Intenta
masturbándote o pídele que él lo haga, pues esto es una parte
regular del sexo anal; además incrementará tu intensidad sexual y
deseo.
Intenta
menear tu trasero en movimientos circulares, mientras él entra y
sale lentamente. Aprende a comprimir tu ano, tensa y afloja para
acariciar su pene. Sabrás si te estás moviendo en la mejor manera
porque sentirás un flujo rítmico y apasionado en tu cuerpo.
Olvidarás dónde estás mientras los movimientos de tu pareja los
hacen fundirse en uno solo.
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