PENETRANDO TU ANO
Primero,
debes estar confortable con tu ano y tu recto.¿Estás
familiarizada con estas regiones o emocionalmente rehuyes?,
si te sientes mal acerca de tu ano, si crees que es sucio, primero
debes cambiar tu punto de vista.
Explora
tu ano y encuentra todo acerca de él. Tu recto NO es sucio. Puedes
jugar con el sin sentirte mal. Llena la bañera con agua caliente,
introdúcete en ella y relájate. Usa tu mano predominante (la
derecha si eres diestra), desliza tus dedos hasta tu vagina. Abre tus
piernas y pasea tus dedos entre tus glúteos y roza el espacio que
hay entre el clítoris y el ano, siente cuan suave y delicada es esta
área. Toca suavemente tu ano con un dedo, lentamente empújalo a
través del músculo del que hablamos. Mueve tu dedo en movimientos
circulares, poniendo un poco de presión en el borde de la abertura.
Después de unos minutos empuja un poco adentro, luego afuera. Esto
debe sentirse maravilloso y no debes estar temerosa. Ahora, intenta
acariciar tus labios vaginales y el clítoris con la otra mano, al
mismo tiempo que sigues haciendo círculos con el dedo en tu ano.
Si
jugando dentro de tu ano se siente bien o si crees que lo lograrás,
sigue explorando. Tómalo con calma y ponte cómoda. Concéntrate en
tu ano y fíjate cuando esté tenso y cuando esté suelto, qué causa
la diferencia y como puedes ejercitar control sobre esto.Cuando
tengas el control, puedes insertar dos dedos y expandirlos,
estrechando los músculos. El recto es una parte robusta y flexible
de tu cuerpo y no se verá afectado por dedos, penes o juguetes
sexuales, a menos que se use violencia. Ten cuidado de objetos
afilados como las uñas, pues pueden arañar; esto puede ser
peligroso así que recorta primero tus uñas.
Si
encuentras pequeñas piezas de excremento en la parte final no te
preocupes que no te causarán daño y se puede lavar después, cuando
hayas finalizado. Si encuentras esto ofensivo, puedes limpiar tu ano
en la ducha para poder continuar.
Acuéstate
en tu cama, flexionando tus piernas hasta que los pies estén cerca
de tus glúteos. Delicadamente lubrica tu ano y tus dedos con algún
lubricante o crema. Comienza despacio, masturbándote con una mano,
mientras llevas la otra hasta tu ano. Presiona suavemente, despacio y
tu dedo entrará en la abertura. No empujes al principio, encuentra
tus propios límites y disfrútalo. ¡El placer es todo en esta
tarea!. Cuando sientas que tu dedo, o tus dedos, hicieron el camino a
través del delgado músculo y dentro del suave recto puedes sentirte
incómoda. Esto se debe a que en tu educación te han enseñado que
el ano es obscuro, sucio, apestoso y un lugar indeseado. Nada puede
estar más lejos de la realidad. Una vez dentro, permite a tus dedos
y ano relajarse mientras acaricias tu vagina y clítoris con la otra
mano. Si el interior de tu ano tiene una pequeña sensación de
quemarse o estar irritado, no te preocupes, este sentimiento se
tornará en placer. Si te sientes así, mastúrbate hasta el clímax,
manteniendo los dedos dentro de tu ano. Si se siente bien, y estoy
segura que así será, sigue explorando tu ano y relajándote.
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