Guía práctica para aficionados al sexo anal.
Charlaba
hace tiempo con unas amigas acerca de ser penetradas por el ano,
todas llegamos a la misma conclusión: "Es denigrante y sucio".
Con el correr de los días y navegando en Internet, encontré algo de
información al respecto y no parecía tan malo, es más, ahora puedo
decirles que es fenomenal si aprendes a disfrutarlo.
Decidí
compartir con los que deseen leer este documento, lo que creo es el
mejor método para obtener la más placentera penetración anal.
Comenzaremos con unas pequeñas observaciones:
1. El
sexo anal puede ser divertido, seguro y entretenido si sigues los
pasos adecuados para
seguir manteniéndolo seguro, de lo contrario puede ser doloroso e incluso peligroso.
seguir manteniéndolo seguro, de lo contrario puede ser doloroso e incluso peligroso.
2. El ano
puede ser una zona extremadamente erógena, pues dentro de éste se
encuentran mucho
más terminales nerviosas que en otras partes del cuerpo, excepto el clítoris.
más terminales nerviosas que en otras partes del cuerpo, excepto el clítoris.
3. La
diversión inicia desde que comienzas a acariciar tu ano, o el de tu
pareja, con un dedo lubricado, intercambiarlo por el pene o
sustituirlo con el uso de juguetes sexuales o vibrador.
Para
poder disfrutar esta variedad del sexo es necesario olvidarse de
prejuicios y temores al respecto, ya que debemos considerar que:
1. El
sexo anal no es una práctica exclusiva de los homosexuales, aunque
claro, ellos lo practican, pero también es una de las formas de sexo
preferidas por algunas parejas heterosexuales.
2.
Algunas mujeres rehuyen este acto al pensar en "recibirlo"
por el ano, pero no hay razón para este temor si se toman las
debidas precauciones.
3. Muchas
personas experimentan placer al defecar, lo admitan o no.
4. Tu ano
no es malo, mucho menos es una parte obscura o misteriosa de tu
cuerpo.
5. La
culpa es el inhibidor de las delicias anales y la tensión es la
causa de la incomodidad.
6. El
conocimiento y exploración de tu ano puede conducirte a placeres
insospechados y sin límite.
Así que
deja fuera de tu mente las malas ideas y prepárate para disfrutar de
tu cuerpo.
El sexo
anal es muy placentero si se practica con técnicas de higiene y
sanidad. No es bueno defecar para asegurarse de que el ano se
encuentra limpio y apropiado. Algunas personas gustan de hacerse una
lavativa, pero, usualmente, esto es más por estimulación sexual que
por necesidad. Una ducha a conciencia es más que suficiente para
garantizar la higiene. Si no conoces bien a tu pareja, entonces
deberán usar condón, los amantes inteligentes lo usan, no importa
con quien lo vayan a hacer.
Recuerda
tener a la mano un buen gel soluble al agua, una crema o un
lubricante para facilitar la penetración. A algunos les gusta mucho
hacerlo evitando el uso de éstos, pero es muy doloroso si no lo
practicas regularmente. Si deseas usar un lubricante, manténte
alejada de la vaselina u otros lubricantes a base de petróleo.
Mientras más lubricante uses, más fácil, limpia, cómoda y
placentera será la sesión que tengas.
En tu ano
se puede insertar un pene largo fácilmente y la experiencia es muy
agradable si consigues relajarte. Tu ano es como un delgado tubo con
un pequeño anillo muscular al final. El anillo muscular se relaja y
tensa para mantener el excremento dentro y mantener los objetos
fuera. Estos músculos son bastante fuertes y son controlados
parcialmente por la mente. Tus emociones pueden controlar la tensión
en cualquier momento. Si estás sentado en tu computadora leyendo
esto, flexiona tus glúteos y experimentarás cómo tu ano se frunce
y se tensa. Una buena penetración anal no será placentera a menos
que tus músculos estén relajados. Esto lleva tiempo y práctica.
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