EL MULTI ORGASMO PUEDE SER UN PROBLEMA
Se
llama síndrome
de excitación permanente y puede producir,
sin ningún tipo de estímulo, ¡hasta 250 orgasmos diarios! Afecta a pocas
mujeres y a veces coincide con el cese de un tratamiento antidepresivo. La
víctima experimenta orgasmos durante las tareas más cotidianas, como subir o
bajar escaleras, conducir, etc. No tiene cura, y así, mientras otras fingen,
ellas tienen que disimularlos.
Qué
te da más alegría, un orgasmo o
un dólar? Lo que muestra un estudio de David Blanchflower, del Dartmouth
College, y Andrew Oswald, de la Universidad de Warwick, en Inglaterra, es que
si hay que decidir entre dinero y placer, elegimos placer. Encuestaron a 16.000 personas y les
plantearon una disyuntiva económica. Convirtieron las denominadas unidades de
felicidad en dólares.
Si un dólar genera una unidad de felicidad, un orgasmo ¿cuántas da? Los encuestados otorgaron cuatro veces más unidades de felicidad al orgasmo que al dinero.
Si un dólar genera una unidad de felicidad, un orgasmo ¿cuántas da? Los encuestados otorgaron cuatro veces más unidades de felicidad al orgasmo que al dinero.
Has
oído hablar del último deseo? Pues eso es lo que se puede llegar a sentir en
caso de muerte cerebral –el corazón aún funciona– si se estimulan y oxigenan
los nervios sacros. Así lo afirma Mary Roach, autora del libro The curious life
of human cadavers, quien dice que: “Si en un cadáver se produce el reflejo
de Lázaro, es decir, se incorpora de cintura para
arriba y cruza los brazos, ¿por qué no el reflejo del orgasmo?” La especialista en muerte cerebral Stephanie Mann
también asegura que es técnicamente posible.
Hay
que ser de una pasta especial para que a uno le monitoricen el orgasmo. Pero hay quien la tiene. Y gracias a los voluntarios
y a la termografía se ha podido saber que la temperatura en los genitales sube
dos grados en poco más de diez minutos, según el McGill
University Health Centre de Montreal,
en Canadá. Los primeros en analizar el orgasmo en
un laboratorio fueron Master y Johnson en la década de 1950. Es más,
desarrollaron una máquina de coito artificial que tenía un pene motorizado con
una cámara incorporada. Vibrante, ¿no?
Los
hombres se suelen obsesionar con la duración del coito. ¿Seré
muy rápido? La Sociedad Internacional de Medicina
Sexual dice que entre la penetración y la eyaculación debe haber, al menos, un
minuto. Por otro lado, el Journal of Sexual Medicine asegura que la mejor marca
estaría entre siete y trece minutos. ¿Y fuera de ese lapso? Si encuentras a
alguien por encima del cuarto de hora… no le dejes escapar.
La manera
de caminar de una mujer puede indicar qué tipo
de orgasmo tiene.
Al menos, eso es lo que asegura el estudio de Stuart Brode, de la Universidad
de West Scotland. Aquella en la que la suma de los datos relativos a la
longitud de la zancada y el grado de rotación de la columna vertebral es mayor
los tiene clitoridianos.
Se
han observado fetos de ambos sexos masturbándose en el seno materno. Al menos, se llevan las
manos a sus órganos sexuales rítmicamente. Lo muestran ecografías del radiólogo
Israel Meisner que ha publicado en Journal of Ultrasound in Medicine. La
explicación es que en este estadio se trata de un acto inconsciente y reflejo,
como la digestión
y el ritmo cardíaco. El feto no tiene control sobre ello.
y el ritmo cardíaco. El feto no tiene control sobre ello.
EL SEMEN PUEDE CAUSAR MAL ALIENTO
A
qué huele el semen? Theodore van de Velde (1873-1937) aseguraba en su libro El
matrimonio ideal; psicología y técnica que el de un hombre joven desprende un
aroma fresco, mientras que en los varones maduros huele a castañas, según
recuerda la divulgadora sexual Mary Roach en una interesante videoconferencia
que puedes ver en tinyurl.com/qswpy4. El ginecólogo alemán, defensor de los juegos
preliminares, sostenía que se podía detectar en el
aliento de una mujer una hora después de haber tenido relaciones sexuales.
Según
una investi-gación australiana, una mujer es mejor pareja sexual de otra mujer
que un hombre. De hecho, el 69% de las féminas hetero llegaban al orgasmo durante
el coito con un varón, frente a un 76% de las entrevistadas que aseguraban
alcanzar el clímax con el sexo
lésbico. De acuerdo con los investigadores, esta
diferencia se debe al egocentrismo masculino en la cama.
Hay
inyecciones con un compuesto de colágeno que se aplican en el punto G para
aumentar el placer. El G-Shot es uno de los tratamientos del Instituto de
Rejuvenecimiento Vaginal de David Matlock, en Los Ángeles, y cuenta con el
respaldo de la Food and Drug Administration (FDA). Antes de inyectar, se
localiza el lugar exacto donde se encuentra el punto G (ahí empieza lo bueno). Durante cuatro meses,
garantiza a la paciente una vida sexual mucho más intensa, con de-tonaciones orgásmicas
insólitas.
Aquello
de “cariño, me duele la cabeza” es más real de lo que muchos piensan. El doctor
Ezpeleta,de la sección de Neurología del Hospital Reina Sofía de Tudela,
Navarra, sostiene que un esfuerzo físico intenso, como es un orgasmo, puede provocar en determinados casos una ruptura del
aneurisma intracraneal y generar una hemorragia subaracnoidea. Vamos, una
catástrofe. El científico asegura que cerca del 1% de la población española ha
sufrido dolores de cabeza como resultado de relaciones sexuales.
Los
anales de la sexología recogen dos casos de hipo que el doctor Francis Fesmire,
de Florida, curó a finales de los 80. Uno de los pacientes tratados llevaba 72
horas con 30 inspiraciones/minuto. Tras varios masajes rectales, el doctor, que
había asociado taquicardia e hipo, acabó con la disfunción. El paciente fue dado de
alta. Y además, la mar de contento.
Ese
es el tratamiento “prescrito” por la doctora Sina Zarritan, de la Universidad
Médica Tabriz, en Irán, para combatir la inflamación de los vasos sanguíneos
nasales. Durante la eyaculación se produce una vasoconstricción general que afecta también al sistema vascular
de la nariz y ayuda a aliviar la congestión. Se buscan voluntarios para probar
en directo la eficacia del revolucionario tratamiento.
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