.

.

BIENVENIDOS

Hola, seguidores del sexo, queremos ofrecerles un breve resumen de lo que podemos encontrar en este blog ·


Manual de seducción para chicas: Cómo seducir al chico que te gusta


· Técnicas para ligar para chicas


· Beneficios del sexo


· Fundamentos del "kino", solo para chicos.


· Juegos y diversión para salir de la rutina.


· Relatos eróticos y algunas fotos que se irán actualizando por nosotros o por ustedes.


· Curiosidades


· Kamasutra gay (buscaremos mas información)


·Kamasutra lésbico en un link y algo de información sobre el tema


· Entrevistas


·Sexo anal


· ¡NUEVO! Skype para conversaciones en línea.

sábado, 10 de noviembre de 2012

El arte de la felación


Previamente, hay que decir que no hay dos hombres que reaccionen de la misma manera ante estímulos encadenados similares. Eso significa que la mejor manera de saber lo que le gusta a tu pareja es escucharle (si se expresa) u observar sus reacciones ante nuestras acciones. Eso como premisa.
Parto de que, si a una mujer le desagrada hacer una felación, la posibilidad de tener éxito sexual con su pareja es casi nula, al menos en esa práctica concreta. Lo mismo vale para el hombre que la recibe, aunque me temo que no existe hombre alguno en el mundo que haga ascos a recibir una mamada de la chica que le gusta. Si ustedes son de este tipo de hombres o conocen a alguno, me lo hagan saber. Es importante, por tanto, que la mujer se involucre en lo que está haciendo y obtener placer sexual, tanto por la propia práctica como por saber que le está dando mucho placer a su chico. De los prejuicios ya ni hablamos, ¿estamos de acuerdo?
Cuando se comienza una felación pueden ocurrir varios supuestos. El más común es que, llegados a ese momento, el hombre ya esté lo suficientemente excitado por los juegos previos y su miembro se encuentre en plenitud eréctil. Otro caso es aquel miembro que se encuentra en fase semi-rígida por el motivo que sea (un descanso, una reciente eyaculación…). Y, por último, nos podemos encontrar que tenemos que partir de cero, es decir, el pene se encuentra en su mínimo tamaño y rigidez. Hay que advertir que la mujer que vaya a practicar una felación también puede provocar encontrarse con estos tres modelos de excitación. Si pretendes sorprender a tu pareja en plena siesta con una sorpresa, lo normal es que te encuentres en el último de los tres casos.
Si al hombre le apetece tener sexo en ese momento, el tamaño inicial de su miembro les tiene que dar igual. Es cuestión de segundos alcanzar la plena erección.
Si hay alguna duda de líbido, por el motivo que sea, conviene tener un poco de paciencia. Tanto si el pene está a medias como si está fláccido total y prevemos que no va a ser cuestión de segundos, es necesario no empezar con la artillería, me explico, metérnosla en la boca y “método chupa-chups” no es lo más conveniente. Lo más apropiado es comenzar por lo más básico, la comodidad. Mi experiencia me dice que la posición inicial más cómoda para el hombre es cuando se encuentra tumbado de espaldas en una cama con la pantorrillas colgando. La chica debe colocarse entre sus piernas, de rodillas sobre una superficie cómoda o sentada, dependiendo de la altura de la cama, sofá… La chica debe estar a la altura justa para poder dominar la situación, ni muy arriba ni muy abajo, teniendo en cuenta que habrá que ir cambiando de posición conforme el miembro se ponga más erecto. La técnica inicial consiste en sujetar los testículos suavemente con la palma de una mano, practicándoles ligeros masajes en círculos. Simultáneamente, podemos chupar o lamer los testículos, ¡ojo, con suavidad! Mientras hacemos esto, acariciamos su polla con una mano con movimientos de torsión ascendentes y descendentes. Conviene que todo este lubricado y recomiendo que sea con nuestra propia saliva, nada de lubricantes.
Sin dejar de masajear suavemente sus testículos, pasamos a lamer todo su miembro, prestando especial atención a la zona del frenillo, donde podemos aplicar pequeñas succiones o golpecitos con la lengua y los labios. Cuando notemos que la excitación es máxima es el momento de introducirla en nustra boca. Hay que ir poco a poco hasta conseguir meternos todo su sexo en nuestra boca. Es la técnica más complicada y requiere de experiencia y una dosis de aguante a las lógicas náuseas provocadas por la llegada del glande hasta nuestra garganta. Para ello, es imprescindible estar muy relajada para evitar arcadas desagradables. Si relajamos lo suficiente la garganta, el pene (salvo que sea descomunal) puede entrar en su totalidad en la boca. Esto no significa que sea lo más placentero para los hombres, aunque su líbido le indique precisamente eso. Lo que conseguimos con la introducción total y puntual del pene es que nuestro organismo genere una saliva muy espesa (la antesala de la náusea) que provoca una lubricación cálida y natural. Notaremos como esa espesa saliva va cayendo hasta los testiculos y lo impregna todo.
A partir de este momento debemos combinar varias técnicas. Usaremos una mano, o ambas, para simular los movimientos masturbatorios que ellos mismos suelen hacerse. Si se han fijado alguna vez, los hombres realizan unos movimientos, aparentemente aleatorios, con unas zonas de presión concretas. Combinar las chupadas cortas con la mano y, a continuación, hacer una garganta profunda, es lo que da los mejor resultados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario